Hoy nos tocaba trabajar con el siguiente mandamiento:
“Honra a tu padre y a tu madre”
Y esta vez ya sabíamos cómo hacerlo. Los prompts ya no nos daban miedo, y la profe Maika solo tuvo que recordarnos lo más importante antes de empezar:
📌 Edad del público
📌 El mensaje que queremos enseñar
📌 Personajes
📌 Estilo o tono
📌 ¡Y no olvidarse de incluir a Mensajero!
Nos pusimos a charlar sobre lo que realmente significa honrar a papá y a mamá. Descubrimos que no es solo obedecer, también es: Respetarlos, Ayudarlos, Escucharlos, Y quererlos mucho
Esto fue lo que escribimos:
“Escribe un cuento para niños y niñas de 4 años que enseñe el mandamiento ‘Honra a tu padre y a tu madre’. La protagonista será una niña llamada Sara que no quiere ayudar en casa ni escuchar a sus padres. Un día se encuentra con un burro gris de alforjas rojas llamado Mensajero, que le enseña que honrar a los padres también es demostrar amor con acciones. El cuento debe tener un tono tierno y terminar con una moraleja clara.”
Nos pareció que estaba ¡genial!. Tenía todos los puntos clave.Pero ChatGPT nos dijo:
¡Muy bien! Este prompt está muy claro, tiene todo lo importante.
Pero si queréis hacerlo aún más interesante, podríais añadir dónde ocurre la historia o si queréis que Sara aprenda la lección de una manera divertida, como a través de un sueño, una aventura o una historia que le cuente Mensajero.
¿Queréis probar una versión un poco más completa?
Nos pusimos a conversar otra vez. Decidimos que: La historia pasaría en un parque, Mensajero le contaría una historia dentro del cuento, al final, Sara haría algo bonito por sus padres
Y así quedó nuestro prompt final:
Entonces escribimos:
“Escribe un cuento para niños y niñas de 4 años sobre el mandamiento ‘Honra a tu padre y a tu madre’. La protagonista es Sara, una niña que no quiere ayudar en casa ni hacer caso a sus padres. Un día en el parque conoce a un burro gris con alforjas rojas llamado Mensajero. Él le cuenta una historia sobre otra niña que descubrió cuánto amor se demuestra cuando ayudamos a nuestros padres. El cuento debe tener un tono dulce y divertido, y terminar con una moraleja sencilla. Sara entenderá que honrar a papá y mamá es una forma de amar como Dios quiere.”
¡Ahora sí! Con el visto bueno de Maika, estábamos listos para generar el cuento.
Nos sentíamos como unos verdaderos escritores en miniatura, con Mensajero como nuestro mejor compañero de aventuras.
Sara y el burro Mensajero: el secreto para honrar a mamá y a papá
Sara era una niña que no siempre quería ayudar en casa ni hacer caso a sus papás. A veces, cuando le pedían recoger sus juguetes o ayudar a poner la mesa, ella decía:
—¡No quiero! ¡Es aburrido!
Un día soleado, Sara salió al parque a jugar. Mientras corría entre los árboles, vio a un burro gris con unas alforjas rojas que caminaba despacito y tenía una sonrisa muy amable.
—¡Hola! —dijo el burro—. Me llamo Mensajero. ¿Quieres que te cuente una historia?
Sara se sentó en un banco, un poco curiosa.
—Claro —respondió—, pero no quiero escuchar sermones.
Mensajero rió suavemente y comenzó:
—Había una niña llamada Ana que, como tú, pensaba que ayudar a sus padres era aburrido. Pero un día, cuando su mamá se sentía cansada y su papá estaba muy ocupado, Ana decidió ayudar sin que se lo pidieran. Le preparó un dibujo bonito a su mamá y recogió sus juguetes sin que nadie le dijera nada.
Sara escuchaba atentamente.
—¿Y qué pasó? —preguntó.
—Pues, Ana vio que su mamá sonrió mucho y su papá le dio un abrazo grande. Se dio cuenta de que honrar a los padres es demostrar amor con acciones, no solo con palabras. Así que se sintió muy feliz y orgullosa.
Sara pensó en su mamá y papá.
—¿Y yo puedo hacer eso también? —preguntó.
—¡Claro que sí! —dijo Mensajero—. Honrar a mamá y a papá es quererlos, escucharlos y ayudarles con alegría, porque así estamos mostrando el amor de Dios que vive en nosotros.
Sara se levantó del banco con una gran sonrisa.
Esa tarde, cuando llegó a casa, llamó a su mamá y a su papá.
—¡Miren! Hoy quiero ayudar en la cocina y recoger mis cosas sin que me lo digan.
Su mamá y papá se miraron felices y la abrazaron fuerte.
Sara supo que honrar a sus padres era algo muy especial, y decidió hacerlo siempre con mucho amor.
Moraleja:
Honrar a papá y a mamá es demostrarles amor con acciones, ayudándoles y respetándolos todos los días, porque así seguimos el plan de Dios para nuestras vidas.
🎉 ¡El martes queremos más!
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